| Sábado, 29 Noviembre, 2025 - 18:00 Madrid Café Libertad 8 | 
Canción de mediodía
Uno, a veces, quisiera no haber sido 
ese joven feliz que en los guateques 
se drogaba con la melancolía. 
Porque uno, a veces, mira en la mañana 
el rostro del dolor ante el espejo, 
surcado por la angustia, castigado, 
perdidos los encantos y el cabello 
del solitario rostro: la tristeza 
como una madreselva invadiéndolo todo. 
Y uno siente en los huesos que hace frío, 
que el brasero no enciende, que en la casa 
penetra lentamente el viento de la tarde 
como un azogue triste de soledad y desprecio. 
¡Qué sola va la vida en ese mediodía 
cuando sales al parque deambulando 
por tu propio calor como una fiera! 
Qué sola irá la vida entre los bulevares 
si apenas tu mirada puede ver los azules 
presentes que la aurora dejó sobre los árboles. 
Porque uno, a veces, mira en la mañana 
la lluvia del dolor por las aceras, 
marcado por un rumbo, desterrado, 
perdidas la esperanza y la alegría 
en los húmedos ojos: la tristeza 
como una muchedumbre invadiéndolo todo. 
Y uno siente, de pronto, la llamada, 
la llamada en los labios, y en los ojos 
penetra lentamente el sol de una sonrisa 
como la dulce lámpara que salta al corazón. 
Uno, entonces, quisiera ser de nuevo 
ese joven feliz que en los guateques 
se drogaba con la melancolía.
 
      
    
      
 
 





