Sábado, 23 Noviembre, 2024 - 18:00 Madrid
Café Libertad 8 |
Poema de frontera
Adán se despertó cuando Eva todavía dormía. La contempló. Estaba recostada a medio hombro, la cabeza desmayada sobre el codo y las piernas flexionadas, algo abiertas, dejando entrever el vello adormecido de sus ingles. Estaba hermosamente vulgar así dormida, con la boca agria, zozobrando, como huele el sueño.
Adán la contempló y no quiso despertarla. Se incorporó sigiloso y decidido, como la mano del hambre. Tomó una fruta del manzano que les daba sombra. Hoy no esperaría a Eva para desayunar.