Y adiós primera luz

Autor/a: 
Año: 
2015

 

SOY una mano que besa las palmas de las manos

de una cara sonriente: las cejas, las perdidas

cejas entreabriendo la mirada.

 

Soy aquel que está afeitando al tipo del espejo,

cuando tú te me abrazas por detrás en el baño

y adiós primera luz, regresa lo más pronto

posible a las edades del deseo y la tarde.

 

El cajón está limpio de detalles.

 

Los pezones no tienen lengua que los designe.

 

Patas de gallo sobre el suelo diario

y un onanismo fuerte cuando amanece el día.

 

(Apareciste guapa y otra vez

como aparece el nuevo y largo curso.)